lunes, 4 de abril de 2016

EL BURDEL DE TÍA ANTONIA, cuentos de GabrielMD7


CONCURSO DE CUENTOS BREVES

(todos los personajes son de ficción, el relato está ubicado en Itá, en cualquier época, los protagonistas tendrían menos de 20 años). No se haga un perfil del “narrador”, es solo un cuento.


EL BURDEL DE TÍA ANTONIA

En el partido so´ó del sábado volvimos a perder, igual que el sábado anterior. HÉCTOR en el arco volvió a encajar tres goles infantiles. Se notaba el piré vaí que traía desde la casa y que lo transmitía en el rendimiento deportivo. MARCELO, nuestro central “ndo jokoi ni micrope”. El lateral CARLITOS estaba más kaigué que "buey tujá", nunca se proyectó como tiene que hacerlo un “wing tatá”.  Ya terminó el partido y el mediocampista ORLANDO todavía no entró en calor. Y YO no puedo hacerlo todo solo, pues es un juego de equipo.

En fin, pagamos la apuesta a los agrandados adversarios, y en la tradicional ronda de tragos, a nuestro número 9: JOSÉ, que no metía un gol, probablemente desde la pubertad, le entraron ganas de hacer algo diferente con la pandilla en este lindo sábado. Estaba un poco engripado carraspeó, esputó y finalmente se animó a sugerir con algo de misterio:

- “Jahá Ña ANTONIAPE”

“Jahapá” era el pensamiento de todos, mas solo MARCELO lo pronunció pícaramente. Por su lado, ORLANDO, más decidido, se apresuró en sacar de su ropa interior el dinero arrugado, unos  40 mil  guaraníes, era todo el capital que tenía en la vida. Cada quien buscó en sus medias algún que otro billete y tiró a la mesa lo que podía destinar a esta juerga. Se recaudó poco más de cien mil guaracas entre 5 individuos.

NELSON, taxista de vez en cuando, ex compañero, casualmente pasaba por el lugar y se acopló casi instantáneamente al plan; él nos llevaría gratuitamente en su vehículo de trabajo hasta el bulín de Ña ANTO (cariñosamente: la “tía ANTONIA”). El encuentro se fijó para las 21:00 hs., y quien tuviera compromisos tenía que inventar una excusa para no dejar “colgado” a los muchaNchos, bajo el apercibimiento de ser considerado “Kuña´í” o “Lorito oga”, pues era un plan consentido en forma unánime, todos tenían la “obligación moral” de presentarse y ejecutar la aventura con “los perros”.

Así fue que nuestro equipo titular compuesto por: HÉCTOR, MARCELO, ORLANDO, CARLITOS, JOSÉ y  YO, más NELSON que se incorporó luego, puntualmente se encontraron en la placita “Domingo Martínez de Irala”.  El automóvil era de esos antiguos y espaciosos, pero igualmente tuvimos que hacer gran esfuerzo para caber todos en el habitáculo.

Rumbo a la joda nocturna, sin polarizado del vidrio, con la cabeza gacha y una gorra cada quien, entre bromas y planes viajamos abordando un camino alternativo poco transitado; sin embargo, a tan solo tres cuadras del objetivo se pincha el neumático. Entonces, salimos todos afuera del coche y lo más rápido posible procuramos reemplazar la rueda, interin pasa en su moto Raúl y nos bocina, seguido del profe Ramón, Carlos el bombero y Alcides, todos en tono de burla:

- “Mo´opa pehó hina jajaja”.

Así también pasaron casi en caravana, y en sentido contrario al nuestro,  el sacerdote de la parroquia, el comisario, el director de nuestro colegio, el intendente, una camioneta con chapa del Congreso y varios otros conocidos, pero nadie se detuvo a auxiliarnos en la oscuridad, pese a que eran visiblemente reconocibles por sus respectivos vehículos… ¡Cosa rara que nadie te asista en una pequeña comunidad tan solidaria!

Nadie podía afirmarlo con certeza, pero conociendo a los primeros citados, evidentemente venían del mismo lugar donde pretendíamos ir, los segundos podían quizás haber tenido otra actividad …. Pero … ¿otra actividad en esa zona poco poblada y de trayecto oscuro?, además ¿por qué no utilizaron el “camino oficial” sobre ruta que está en mejores condiciones que ésta calle alternativa que lo utilizábamos como reos furtivos?... En fin, pongámosle “a todos en la misma bolsa” y afirmemos que tuvieron una visita a “Ña ANTONIA y su conjunto” a fin de “apagar sus incendios”, y así pues -ante cualquier reclamo- cabría la frase “no nos pisemos la manguera entre bomberos”.

Logramos el cambio de neumático, las ganas seguían pero con menos ímpetu que al inicio. NELSON, notándolo, nos animó:

-“Tranquilo muchachos, oikovaera vointe ko´ava mba´é la igusto haguá

Por fin llegamos “a buen puerto”, y la impresión que causó no era tal como nos contaron, varias sillas expuestas en el patio, pocos fluorescentes que iluminaban, una casa blanca no muy grande con algunas habitaciones y grandes ventanales. Por allá estaba MILCIADES, un vecino, sentado con una cerveza en mesa, esperando su turno, suponemos. Mientras salía de una de las puertas HERNÁN, notoriamente contento y se despedía de una obesa señora:

- Jajotopata otro sábado, tía.

Nosotros tomamos asiento en una zona “x” de ese lugar. Vinieron dos lindas señoritas a preguntarnos qué íbamos a servirnos y se quedaron un rato a coquetear con nosotros, SARA y GLORIA. Preguntamos los precios y pedimos una botella de la marca más económica. Dicho lo cual desaparecieron raudamente de nuestra zona para irse junto a MILCIADES. Tal vez huían despavoridas de estos “arrieros sogué” partida.

Empezábamos a murmurar y chistear sobre esa posibilidad, cuando de pronto se aparece ante nuestros ojos una enorme señora, carilinda, pero obesa (una gorda juky), aparentaba unos 55 años encima, vestido rosado, largas uñas pintadas, daba la impresión de que abusó con el maquillaje, transmitía una sensación grotesca, así es como uno se imagina a una madama.

Trajo consigo una botella de cerveza y dos vasos de plástico. Se sentó con nosotros y se presentó como Doña ANTONIA:

- La casa invita esta ronda. Dijo

Por  mi cabeza pasaba el pensamiento de: “estoy seguro de que nuestro dinero da para algo mejor que lo presente”. Un silencio respetuoso se percibía, ante quien podría ser nuestra tierna abuela y ¡por Dios! que nadie quisiera ponerle una mano encima a la señora…., bueno exceptuando a HÉCTOR que, como se dice: “no tiene pelo ni marca”, y sabido es que “no le importa ni la talla ni la edad”; su frase de cabecera “Hay HÉCTOR para todas”.

Ese frio e incómodo ambiente fue amenizado después de un par de sorbos cada uno, y con alegría el “gran promotor” JOSÉ preguntó:

- Mba´icha la tema ape, Ña ANTONIA

- Y bueno mi hijo, estás en un kilombo, burdel, prostíbulo, lupanar, bulín, cabaret, desaguadero o como quieras llamarle [cachodromo, casa de meretricio, casa de placer, casa de tolerancia, centro de diversión, casa de amor, casa de citas, casa de masajes/kinesiólogas, casa de libertinaje, casino, matadero, puti-club, burlesque, putodromo, etc.]. Primero se paga, luego se goza. Aquí se contrata una chica para tener sexo, y es por un tiempo limitado, la clasificación y selección de chicas es por edad, y, por supuesto, también se paga por la consumición de bebidas. Las señoritas que vinieron junto a ustedes son las más caras de la casa por su juventud, son relativamente nuevas en la actividad, esta noche todavía no trabajaron, y ocurre que no es pues fin de mes todavía, entonces los muchachos omopé por las hakitas kuera nomás, que tiene un precio más accesible y solidario.

Nos pasó una lista de los precios de la cantina y los nombres y edades de las posibles postulantes, que obviamente fue lo primero que evaluamos. Y desde ya nos decepcionamos por el alto costo, teniendo en cuenta nuestra colecta de la tarde.

- No puede piko haber una rebaja para nosotros. Tanteó el sádico de  MARCELO.

Se puso algo seria, echó una carcajada, y nos explicó:

- No, claro que no, nada rebajas. Veo que son nuevos aquí, no le conozco a ninguno de ustedes, así que le voy a explicar bien para que sepan y otro día piensen bien si quieren volver.

Miren chicos, a mí me cuesta muy caro la manutención del lugar, las chicas hacen un control profiláctico muy seguido, se visten, se maquillan y se perfuman todos los días, las piezas se desinfectan y aromatizan diariamente, se paga agua, luz, control policial aleatorio y un sin fin de gastos más. Eleuteria, que por vieja dejó el oficio, se encarga de la cantina desde las 18:00 hs., limpia, coloca sillas, trae las bebidas y demás vicios, pasa el trapo a los muebles y cubiertos, pica el hielo y rodaja los limones, etc…  se retira a las 05:00 am. para enviar a su marido al trabajo y a sus hijos a la escuela. Todo un sacrificio.

El servicio que hacemos es un “BIEN SOCIAL” diría yo, ciertamente no es un producto básico de la canasta familiar, pero es un servicio necesario para la sociedad… ¿y por qué lo afirmo? pues muchos vienen aquí a descargar sus penas con nosotras; otros vienen a pasar un momento de alegría que no saben encontrar afuera; también están los que teniendo todo en casa, vienen a concretar las fantasías que les prohíben sus parejas. No es solo sexo, también es una terapia. Ningún cliente sale insatisfecho porque aquí, además de lindas mujeres, hay buen trato y sigilo en el dato del cliente, no hay violencia ni prejuicios. Podría decirse que es una institución no legalizada en nuestro pueblo, aquí vienen militares, políticos, religiosos, policías, comerciantes, estudiantes, docentes, trabajadores en general… gente común. Hace 30 años que estamos en el mismo lugar, y a cada tanto se cambia el staff. Cierto, ES UNA INSTITUCIÓN INMORAL… el primer pensamiento es eso de que “ponerle precio a una persona es disminuir su calidad de humano”, que “es una esclavitud moderna” y un montón de bla bla bla de las cornudas y ñembo moralistas…  

pero ¿ACASO NO ES TAMBIÉN INMORAL: robarle al pueblo con determinado cargo político, hurtar medicamentos de los pobres, copiar en el examen, acceder a cargos públicos sin concurso, conceder graciosamente licitaciones a los amigos, falsificar documentos para justificar gastos, acosar a empleadas o a alumnas, utilizar la política para propio beneficio, hurtar objetos del lugar de trabajo, dejar de pagar una obligación contraída, adulterar el combustible que se vende, utilizar esas balanzas comerciales mentirosas, recargar los precios de los productos sin explicación coherente, conducir alcoholizado, traficar drogas, liberar presos, violar criaturas, sacarle la vida al prójimo, hablar mal e infundadamente del vecino, cobrar cuotas exorbitantes de un servicio necesario, boicotear el servicio público de luz y agua, esquivarse del peaje, no emitir facturas legales en el caso de los grandes supermercados cuyos dueños se enriquecen asquerosamente? Y podemos amanecer enumerando casos.

Muchos de los hechos citados no solamente son inmorales, sino que hasta son delitos. Nosotros no robamos ni obligamos a utilizar este servicio, tanto la oferta y la demanda están aquí por su propio arbitrio. Las trabajadoras pueden irse cuando quieran porque no están atadas a este trabajo, no son esclavas. Además de que por exponerse y simplemente por estar aquí, tienen un buen porcentaje de las ganancias diarias, por supuesto que las que trabajan tienen derecho a mejor salario. No soy la madre de ellas, pero las cuido y protejo a mi modo. Ellas están aquí por diferentes historias, algunas son madres solteras que nadie quiere contratar para otra labor “decente”, otras son personas que vienen porque no saben hacer otra cosa, sus padres no pudieron pagarle el estudio universitario ni procuraron enséñales otro oficio o profesión; la mayoría tuvo una infeliz infancia, llena de violencia y abusos. Se las contrata  luego de aceptar algunas condiciones sanitarias e imposición de responsabilidades. La utilización de la prostitución es una elección libre y voluntaria de quien prefiera, por lo tanto debe ser remunerada conforme a un precio justo que lo fijamos en el grupo de trabajo. Yo administro y pongo mano dura cuando se contravienen las reglas sea por la trabajadora o por el cliente. Allá afuera hay quienes afirman que si no existieran los prostíbulos, las calles estarían plagadas de potenciales violadores. El costo aparentemente elevado, también eleva la categoría del cliente y hace que su uso sea selecto. Solo algunos pueden pagar. Existe prostitución porque hay demanda, seguimos vigentes porque hay clientela que abona el costo que ponemos, estamos aquí a la luz del mundo porque las autoridades consienten nuestra existencia. Vean por ejemplo MILCIADES, hace dos días que viene, pero no tiene para pagar pues le ha ido mal este mes. Viene a tomar un par de cervezas, bromear un poco y luego se va a dormir. Prefiere pagar un costo más elevado por las bebidas y estar aquí en un ambiente en que se siente cómodo. Pero si yo accediera a la rebaja que ustedes piden, por más de que él sea un cliente predilecto, estaríamos “prostituyendo la prostitución”, la política debe respetarse para que funcione armónicamente el sistema, de lo contrario cualquiera vendría con esa misma petición que ustedes, y entonces cualquiera estaría utilizando el servicio por unos pocos guaraníes, arriesgando el negocio y facilitando el contagio. Entonces no hay rebaja por miles de razones. Ustedes son muy jóvenes, quizás hasta tengan novia, no deberían estar aquí en este “antro de perdición”, vuelvan a sus hogares, no sea que le tomen el gusto; ciertamente es un acto de travesura adolescente entendible, las saliditas y las aventuras son experiencias que nunca olvidarán en sus vidas, pero deben cuidarse y no arruinar sus vidas en ese acto. Ya vinieron al kilombo y supongo que ya cumplieron parte de su aventura... Y bueno… de todos modos, avisen si van a servirse “algo más” que cerveza.

Tras esa apología de la prostitución, tras ese conflicto mental que produjo su exposición de la “inmoralidad”, tras ese consejo final sobre el cuidado, y viendo el dinero con que contamos, llegamos a la conclusión de que…. ….igualmente queríamos “mojar”, y al revisar el precio de la bebida que ya consumimos, sumado al servicio de una de las señoritas más caras, que hoy estaban libre, pues descubrimos que solo uno de nosotros podría tener la suerte de pagar el precio.

Cada quien se puso a exponer mejor razón para ser el afortunado del acceso carnal”.  

- Yo tuve la idea – Mencionó JOSÉ

- Yo puse todo mi dinero – Dijo ORLANDO

- Yo tengo el vehículo – Dijo NELSON

- Yo me como a la jakita – Expresó HÉCTOR

- Coincido con HÉCTOR – dijo CARLITOS

Un sinfín de etcéteras se expuso, y ante el evidente desacuerdo, y como estamos en democracia, decidimos sortear el único cupo. Así fue que la suerte decidió que uno de los muchachos ingrese al “dormitorio del amor”. El suertudo fue con la candente SARA y volvió en un lapso muy breve de tiempo:

- Ha upei? Por qué saliste tan rápido? – Le interrogamos

- Ha oimbama ningo, oikoité – Expresó con una risa de Guasón.

Evidentemente “nuestro enviado especial” se emocionó y “explotó de amor” a la velocidad de un flash. Nos invadió un estado de decepción, pero tras una señal de Doña ANTONIA, se acercó la  otra señorita, la pulposa GLORIA, la que estaba libre, y nos dijo:

-Me voy con quien la tenga más grande

… y pues…  ya saben con quién se fue.

FIN


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