CONCURSO
DE CUENTOS BREVES
(todos
los personajes son de ficción, el relato está ubicado en Itá, en cualquier época,
los protagonistas tendrían menos de 20 años). No se haga un perfil del “narrador”,
es solo un cuento.
EL
BURDEL DE TÍA ANTONIA
En el partido so´ó del sábado volvimos a perder, igual
que el sábado anterior. HÉCTOR en el arco volvió a encajar tres goles
infantiles. Se notaba el piré vaí que traía desde la casa y que lo transmitía
en el rendimiento deportivo. MARCELO, nuestro central “ndo jokoi ni micrope”.
El lateral CARLITOS estaba más kaigué que "buey tujá", nunca se proyectó como
tiene que hacerlo un “wing tatá”. Ya
terminó el partido y el mediocampista ORLANDO todavía no entró en calor. Y YO
no puedo hacerlo todo solo, pues es un juego de equipo.
En fin, pagamos la apuesta a los agrandados
adversarios, y en la tradicional ronda de tragos, a nuestro número 9: JOSÉ, que
no metía un gol, probablemente desde la pubertad, le entraron ganas de hacer algo
diferente con la pandilla en este lindo sábado. Estaba un poco engripado carraspeó,
esputó y finalmente se animó a sugerir con algo de misterio:
- “Jahá
Ña ANTONIAPE”
“Jahapá” era el pensamiento de todos, mas solo MARCELO
lo pronunció pícaramente. Por su lado, ORLANDO, más decidido, se apresuró en sacar
de su ropa interior el dinero arrugado, unos
40 mil guaraníes, era todo el
capital que tenía en la vida. Cada quien buscó en sus medias algún que otro
billete y tiró a la mesa lo que podía destinar a esta juerga. Se recaudó poco
más de cien mil guaracas entre 5 individuos.
NELSON, taxista de vez en cuando, ex compañero, casualmente
pasaba por el lugar y se acopló casi instantáneamente al plan; él nos llevaría gratuitamente
en su vehículo de trabajo hasta el bulín de Ña ANTO (cariñosamente: la “tía ANTONIA”).
El encuentro se fijó para las 21:00 hs., y quien tuviera compromisos tenía que
inventar una excusa para no dejar “colgado” a los muchaNchos, bajo el apercibimiento
de ser considerado “Kuña´í” o “Lorito oga”, pues era un plan consentido en
forma unánime, todos tenían la “obligación moral” de presentarse y ejecutar la aventura
con “los perros”.
Así fue que nuestro equipo titular compuesto por: HÉCTOR,
MARCELO, ORLANDO, CARLITOS, JOSÉ y YO,
más NELSON que se incorporó luego, puntualmente se encontraron en la placita “Domingo
Martínez de Irala”. El automóvil era de
esos antiguos y espaciosos, pero igualmente tuvimos que hacer gran esfuerzo
para caber todos en el habitáculo.
Rumbo a la joda nocturna, sin polarizado del vidrio,
con la cabeza gacha y una gorra cada quien, entre bromas y planes viajamos abordando
un camino alternativo poco transitado; sin embargo, a tan solo tres cuadras del
objetivo se pincha el neumático. Entonces, salimos todos afuera del coche y lo
más rápido posible procuramos reemplazar la rueda, interin pasa en su moto Raúl
y nos bocina, seguido del profe Ramón, Carlos el bombero y Alcides, todos en
tono de burla:
-
“Mo´opa pehó hina jajaja”.
Así también pasaron casi en caravana, y en sentido
contrario al nuestro, el sacerdote de la
parroquia, el comisario, el director de nuestro colegio, el intendente, una
camioneta con chapa del Congreso y varios otros conocidos, pero nadie se detuvo
a auxiliarnos en la oscuridad, pese a que eran visiblemente reconocibles por sus
respectivos vehículos… ¡Cosa rara que nadie te asista en una pequeña comunidad
tan solidaria!
Nadie podía afirmarlo con certeza, pero conociendo a
los primeros citados, evidentemente venían del mismo lugar donde pretendíamos
ir, los segundos podían quizás haber tenido otra actividad …. Pero … ¿otra
actividad en esa zona poco poblada y de trayecto oscuro?, además ¿por qué no
utilizaron el “camino oficial” sobre ruta que está en mejores condiciones que
ésta calle alternativa que lo utilizábamos como reos furtivos?... En fin,
pongámosle “a todos en la misma bolsa” y afirmemos que tuvieron una visita a
“Ña ANTONIA y su conjunto” a fin de “apagar sus incendios”, y así pues -ante
cualquier reclamo- cabría la frase “no nos pisemos la manguera entre bomberos”.
Logramos el cambio de neumático, las ganas seguían
pero con menos ímpetu que al inicio. NELSON, notándolo, nos animó:
-“Tranquilo
muchachos, oikovaera vointe ko´ava mba´é la igusto haguá”
Por fin llegamos “a buen puerto”, y la impresión que causó
no era tal como nos contaron, varias sillas expuestas en el patio, pocos
fluorescentes que iluminaban, una casa blanca no muy grande con algunas
habitaciones y grandes ventanales. Por allá estaba MILCIADES, un vecino,
sentado con una cerveza en mesa, esperando su turno, suponemos. Mientras salía
de una de las puertas HERNÁN, notoriamente contento y se despedía de una obesa
señora:
- Jajotopata
otro sábado, tía.
Nosotros tomamos asiento en una zona “x” de ese lugar.
Vinieron dos lindas señoritas a preguntarnos qué íbamos a servirnos y se
quedaron un rato a coquetear con nosotros, SARA y GLORIA. Preguntamos los
precios y pedimos una botella de la marca más económica. Dicho lo cual
desaparecieron raudamente de nuestra zona para irse junto a MILCIADES. Tal vez
huían despavoridas de estos “arrieros sogué” partida.
Empezábamos a murmurar y chistear sobre esa
posibilidad, cuando de pronto se aparece ante nuestros ojos una enorme señora,
carilinda, pero obesa (una gorda juky), aparentaba unos 55 años encima, vestido
rosado, largas uñas pintadas, daba la impresión de que abusó con el maquillaje,
transmitía una sensación grotesca, así es como uno se imagina a una madama.
Trajo consigo una botella de cerveza y dos vasos de
plástico. Se sentó con nosotros y se presentó como Doña ANTONIA:
- La
casa invita esta ronda. Dijo
Por mi cabeza pasaba
el pensamiento de: “estoy seguro de que
nuestro dinero da para algo mejor que lo presente”. Un silencio respetuoso
se percibía, ante quien podría ser nuestra tierna abuela y ¡por Dios! que nadie
quisiera ponerle una mano encima a la señora…., bueno exceptuando a HÉCTOR que,
como se dice: “no tiene pelo ni marca”, y sabido es que “no le importa ni la
talla ni la edad”; su frase de cabecera “Hay HÉCTOR para todas”.
Ese frio e incómodo ambiente fue amenizado después de
un par de sorbos cada uno, y con alegría el “gran promotor” JOSÉ preguntó:
- Mba´icha
la tema ape, Ña ANTONIA
- Y bueno mi
hijo, estás en un kilombo, burdel, prostíbulo, lupanar, bulín, cabaret,
desaguadero o como quieras llamarle [cachodromo, casa de meretricio, casa de
placer, casa de tolerancia, centro de diversión, casa de amor, casa de citas,
casa de masajes/kinesiólogas, casa de libertinaje, casino, matadero, puti-club,
burlesque, putodromo, etc.]. Primero se paga, luego se goza. Aquí se contrata
una chica para tener sexo, y es por un tiempo limitado, la clasificación y
selección de chicas es por edad, y, por supuesto, también se paga por la
consumición de bebidas. Las señoritas que vinieron junto a ustedes son las más
caras de la casa por su juventud, son relativamente nuevas en la actividad, esta
noche todavía no trabajaron, y ocurre que no es pues fin de mes todavía,
entonces los muchachos omopé por las hakitas kuera nomás, que tiene un precio
más accesible y solidario.
Nos pasó una lista de los precios de la cantina y los
nombres y edades de las posibles postulantes, que obviamente fue lo primero que
evaluamos. Y desde ya nos decepcionamos por el alto costo, teniendo en cuenta
nuestra colecta de la tarde.
- No
puede piko haber una rebaja para nosotros. Tanteó el sádico de MARCELO.
Se puso algo seria, echó una carcajada, y nos explicó:
- No, claro que
no, nada rebajas. Veo que son nuevos aquí, no le conozco a ninguno de ustedes,
así que le voy a explicar bien para que sepan y otro día piensen bien si
quieren volver.
Miren
chicos, a mí me cuesta muy caro la manutención del lugar, las chicas hacen un
control profiláctico muy seguido, se visten, se maquillan y se perfuman todos
los días, las piezas se desinfectan y aromatizan diariamente, se paga agua, luz,
control policial aleatorio y un sin fin de gastos más. Eleuteria, que por vieja
dejó el oficio, se encarga de la cantina desde las 18:00 hs., limpia, coloca
sillas, trae las bebidas y demás vicios, pasa el trapo a los muebles y
cubiertos, pica el hielo y rodaja los limones, etc… se retira a las 05:00 am. para enviar a su
marido al trabajo y a sus hijos a la escuela. Todo un sacrificio.
El servicio
que hacemos es un “BIEN SOCIAL” diría yo, ciertamente no es un producto básico
de la canasta familiar, pero es un
servicio necesario para la sociedad… ¿y por qué lo afirmo? pues muchos
vienen aquí a descargar sus penas con nosotras; otros vienen a pasar un momento
de alegría que no saben encontrar afuera; también están los que teniendo todo
en casa, vienen a concretar las fantasías que les prohíben sus parejas. No es
solo sexo, también es una terapia. Ningún cliente sale insatisfecho porque aquí,
además de lindas mujeres, hay buen trato y sigilo en el dato del cliente, no
hay violencia ni prejuicios. Podría decirse que es una institución no
legalizada en nuestro pueblo, aquí vienen militares, políticos, religiosos, policías,
comerciantes, estudiantes, docentes, trabajadores en general… gente común. Hace
30 años que estamos en el mismo lugar, y a cada tanto se cambia el staff. Cierto,
ES UNA INSTITUCIÓN INMORAL… el primer pensamiento es eso de que “ponerle precio
a una persona es disminuir su calidad de humano”, que “es una esclavitud
moderna” y un montón de bla bla bla de las cornudas y ñembo moralistas…
pero
¿ACASO NO ES TAMBIÉN INMORAL: robarle al pueblo con determinado cargo político,
hurtar medicamentos de los pobres, copiar en el examen, acceder a cargos públicos
sin concurso, conceder graciosamente licitaciones a los amigos, falsificar
documentos para justificar gastos, acosar a empleadas o a alumnas, utilizar la
política para propio beneficio, hurtar objetos del lugar de trabajo, dejar de
pagar una obligación contraída, adulterar el combustible que se vende, utilizar
esas balanzas comerciales mentirosas, recargar los precios de los productos sin
explicación coherente, conducir alcoholizado, traficar drogas, liberar presos,
violar criaturas, sacarle la vida al prójimo, hablar mal e infundadamente del
vecino, cobrar cuotas exorbitantes de un servicio necesario, boicotear el
servicio público de luz y agua, esquivarse del peaje, no emitir facturas
legales en el caso de los grandes supermercados cuyos dueños se enriquecen
asquerosamente? Y podemos amanecer enumerando casos.
Muchos
de los hechos citados no solamente son inmorales, sino que hasta son delitos.
Nosotros no robamos ni obligamos a utilizar este servicio, tanto la oferta y la
demanda están aquí por su propio arbitrio. Las trabajadoras pueden irse cuando
quieran porque no están atadas a este trabajo, no son esclavas. Además de que
por exponerse y simplemente por estar aquí, tienen un buen porcentaje de las
ganancias diarias, por supuesto que las que trabajan tienen derecho a mejor
salario. No soy la madre de ellas, pero las cuido y protejo a mi modo. Ellas
están aquí por diferentes historias, algunas son madres solteras que nadie
quiere contratar para otra labor “decente”, otras son personas que vienen
porque no saben hacer otra cosa, sus padres no pudieron pagarle el estudio
universitario ni procuraron enséñales otro oficio o profesión; la mayoría tuvo
una infeliz infancia, llena de violencia y abusos. Se las contrata luego de aceptar algunas condiciones sanitarias
e imposición de responsabilidades. La utilización de la prostitución es una elección libre y voluntaria de quien
prefiera, por lo tanto debe ser remunerada conforme a un precio justo que lo
fijamos en el grupo de trabajo. Yo administro y pongo mano dura cuando se
contravienen las reglas sea por la trabajadora o por el cliente. Allá afuera
hay quienes afirman que si no existieran los prostíbulos, las calles estarían
plagadas de potenciales violadores. El costo aparentemente elevado, también
eleva la categoría del cliente y hace que su uso sea selecto. Solo algunos
pueden pagar. Existe prostitución porque hay demanda, seguimos vigentes porque
hay clientela que abona el costo que ponemos, estamos aquí a la luz del mundo
porque las autoridades consienten nuestra existencia. Vean por ejemplo MILCIADES, hace dos
días que viene, pero no tiene para pagar pues le ha ido mal este mes. Viene a
tomar un par de cervezas, bromear un poco y luego se va a dormir. Prefiere
pagar un costo más elevado por las bebidas y estar aquí en un ambiente en que
se siente cómodo. Pero si yo accediera a la rebaja que ustedes piden, por más
de que él sea un cliente predilecto, estaríamos “prostituyendo la prostitución”,
la política debe respetarse para que funcione armónicamente el sistema, de lo
contrario cualquiera vendría con esa misma petición que ustedes, y entonces cualquiera
estaría utilizando el servicio por unos pocos guaraníes, arriesgando el negocio
y facilitando el contagio. Entonces no hay rebaja por miles de razones. Ustedes
son muy jóvenes, quizás hasta tengan novia, no deberían estar aquí en este
“antro de perdición”, vuelvan a sus hogares, no sea que le tomen el gusto; ciertamente
es un acto de travesura adolescente entendible, las saliditas y las aventuras
son experiencias que nunca olvidarán en sus vidas, pero deben cuidarse y no
arruinar sus vidas en ese acto. Ya vinieron al kilombo y supongo que ya
cumplieron parte de su aventura... Y bueno… de todos modos, avisen si van a
servirse “algo más” que cerveza.
Tras esa apología de la prostitución, tras ese
conflicto mental que produjo su exposición de la “inmoralidad”, tras ese
consejo final sobre el cuidado, y viendo el dinero con que contamos, llegamos a
la conclusión de que…. ….igualmente queríamos “mojar”, y al revisar el precio
de la bebida que ya consumimos, sumado al servicio de una de las señoritas más
caras, que hoy estaban libre, pues descubrimos que solo uno de nosotros podría tener la suerte de pagar el precio.
Cada quien se puso a exponer mejor razón para ser el afortunado
del acceso carnal”.
- Yo tuve la
idea – Mencionó JOSÉ
- Yo puse todo
mi dinero – Dijo ORLANDO
- Yo tengo el
vehículo – Dijo NELSON
- Yo me como a
la jakita – Expresó HÉCTOR
- Coincido con HÉCTOR – dijo CARLITOS
Un sinfín de etcéteras se expuso, y ante el evidente
desacuerdo, y como estamos en democracia, decidimos sortear el único cupo. Así fue que la suerte decidió que uno de los
muchachos ingrese al “dormitorio del amor”. El suertudo fue con la candente
SARA y volvió en un lapso muy breve de tiempo:
- Ha upei? Por
qué saliste tan rápido? – Le interrogamos
- Ha oimbama
ningo, oikoité – Expresó con una risa de Guasón.
Evidentemente “nuestro enviado especial” se emocionó y
“explotó de amor” a la velocidad de un flash. Nos invadió un estado de
decepción, pero tras una señal de Doña ANTONIA, se acercó la otra señorita, la pulposa GLORIA, la que
estaba libre, y nos dijo:
-Me
voy con quien la tenga más grande
… y pues… ya
saben con quién se fue.
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